El USDX, o índice del dólar estadounidense, mide el valor de esta divisa frente a una canasta selecta de las principales monedas extranjeras. El valor del índice se calcula teniendo en cuenta el euro (EUR), el yen japonés (JPY), la libra británica (GBP), el dólar canadiense (CAD), la corona sueca (SEK) y el franco suizo (CHF).
El valor del índice puede verse influido por las leyes de la oferta y la demanda que afectan tanto al dólar estadounidense como a las demás monedas incluidas en el índice. Los bancos centrales y su política monetaria, por ejemplo las decisiones sobre tipos de interés, pueden desempeñar un papel clave en el rendimiento de las divisas subyacentes.
Sin embargo, factores como la inflación, la postura de los inversores y otros acontecimientos geopolíticos también pueden desencadenar fluctuaciones en el precio del índice.
El euro (EUR) disfruta de la mayor parte del peso en este índice, simplemente porque es una moneda compartida entre diecinueve países. Como tal, se considera que el índice USDX tiene una relación inversa con el par euro/dólar estadounidense, es decir, cuando el USDX sube, el valor del par baja y viceversa.