Es bien cierto que llevar una cuenta comercial implica riesgos y beneficios. Algunos riesgos pueden surgir durante el proceso normal de las actividades de inversión, por lo que es clave estar preparado, y aplicar estrategias que nos permitan gestionarlos.
La gestión de riesgos incluye el proceso de identificar, evaluar y controlar estos riesgos. Pero también una estrategia defensiva para prepararse ante lo inesperado, la cual es una situación normal en el mundo financiero.
Mientras que algunas de estas situaciones se deben a circunstancias extraordinarias y difíciles de identificar, otras permiten aplicar métodos esenciales que nos puedan ayudar o, en última instancia, salvarnos de una gran pérdida.
A continuación, te echamos una mano en este tema. Aprenderemos que es la gestión de riesgos y algunas estrategias clave para que puedas aprender sabiamente cómo proteger tus activos de una inesperada volatilidad del mercado. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es la gestión de riesgos?
En primer lugar, la gestión del riesgo comercial es un término utilizado para aplicar estrategias que permitan minimizar las pérdidas y proteger el capital de tu cuenta comercial.
Se trata, principalmente de un conjunto de herramientas que debe tener todo buen operar para construir un plan comercial exitoso, considerando lo que puede salir mal durante sus operaciones.
Ante ello, analizar qué puede hacer para que su capital no sea vulnerable a las pérdidas o simplemente, limitar estas. Por lo tanto, le indica cómo proceder en cada situación para proteger sus activos o bienes.
De igual modo, es crucial para cualquier fondo de cobertura, empresa comercial o inversor a gran escala. Las reglas se aplican de la misma manera. Sin embargo, para los comerciantes principiantes es crucial identificarlas y comprenderlas para aplicarlas en su desempeño como trader.
Por otro lado, la gestión de riesgos no solamente está relacionado con las pérdidas. También permite que el trader establezca un objetivo de ganancias razonable al que aspirar sin preocuparse por el equilibrio de su cartera.
Tipos de riesgos: ¿A qué riesgo está expuesto un comerciante?
En el mercado, un operador o trader puede verse afectados por dos tipos de riesgos principalmente. Estos son:
Riesgos internos
Se refiere a los riesgos vinculados con la mente del comerciante. Desafortunadamente, nuestra mente también puede jugarnos una mala pasada, por lo que puede afectar nuestra tasa de tolerancia al riesgo y asumir un riesgo mucho mayor en los mercados financieros.
Sin embargo, proceder de manera irracional es una condición muy habitual entre los traders que no están influenciados por la razón sino por las emociones. De hecho, aprender a gestionar estos sesgos psicológicos es crucial para los principiantes.
No obstante, existen muchos pensamientos dañinos que pueden llevar a los inversores a tomar malas decisiones y/o posiciones. El análisis del comportamiento ha puesto de relieve varios defectos relacionados con el comportamiento de los operadores, como la aversión a las pérdidas o el efecto de disposición.
Riesgos externos
El segundo tipo de riesgo son los externos y están relacionados estrechamente con el comportamiento del mercado. Hasta este punto, como nuevo trader es importante ser conscientes de que operar significa que eventualmente podemos perder, y esto es absolutamente normal.
Ningún operador, ni siquiera el más experto o profesional del mundo, puede realizar operaciones 100% ganadoras en todas sus jugadas. Siendo esto imposible, es nuestro deber adoptar protecciones para gestionar su riesgo de manera efectiva.
Por otro lado, los riesgos externos significan los riesgos asumidos en los mercados financieros que están vinculados a la incertidumbre del mercado. igualmente, estos son también los riesgos que corre el comerciante que interviene con un nivel de conocimientos insuficiente o con una técnica inestable.
¿Por qué es importante llevar una buena gestión de riesgo en el comercio?
Sin duda, la gestión de riesgos es importante porque saber cuándo operar y cuándo cerrar tus posiciones determinará tu éxito a largo plazo.
Desafortunadamente, muchos operadores tienen la creencia de que, si obtienen ganancias mayores que sus pérdidas, habrán tenido éxito. Es decir, si sus ganancias son superiores, aunque estas sean mínimas.
Sin embargo, esto no es lo más sostenible a largo plazo. Si tomamos en cuenta los casos más exitosos en el mundo del comercio, podremos ver que los profesionales siempre han analizado cuidadosamente sus opciones y abrir una posición solo cuando sea “oportuno”.
Al actuar de este modo, podremos disfrutar del éxito por varios años, incluso décadas. Siempre es bueno tener presente que los mercados financieros son cíclicos naturalmente. Esto significa que los mejores operadores han logrado soportar mercados bajistas en periodos de crisis.
En este sentido, al cuidar tu capital y tus activos en tiempos de volatilidad o la desestabilización del mercado, así como crisis políticas o económicas, y otros eventos potencialmente desfavorables (como los que vivimos actualmente), podrás seguir adelante y superar estos obstáculos.
Ejemplo de la importancia de la gestión de riesgos en la historia
Un buen ejemplo notable de gestión de riesgos en el mercado financiero es el colapso del fondo de cobertura Long-Term Capital Management (LTCM) a finales de la década de 1990.
LTCM fue fundado por un grupo de expertos financieros, incluidos premios Nobel y renombrados operadores de Wall Street, y se dedicaba a estrategias altamente apalancadas en los mercados de bonos, divisas y derivados.
El fondo utilizó modelos matemáticos sofisticados para identificar oportunidades de arbitraje y tomar grandes posiciones basadas en relaciones estadísticas entre diferentes activos financieros.
Sin embargo, en 1998, cuando Rusia declaró una moratoria de pagos en su deuda y los mercados financieros globales se agitaron, las estrategias altamente apalancadas de LTCM se volvieron en su contra.
El evento se convirtió en una crisis financiera debido a la exposición significativa de LTCM a los mercados internacionales y sus altos niveles de apalancamiento. Para evitar un colapso sistémico, varios grandes bancos y la Reserva Federal de Estados Unidos intervinieron para organizar un rescate y evitar un efecto dominó en los mercados globales.
A pesar de contar con un equipo de expertos y utilizar modelos complejos, LTCM subestimó los riesgos asociados con su apalancamiento excesivo y la interconexión de sus operaciones con los mercados globales.
Este evento sirvió como recordatorio de la necesidad de no solo comprender los modelos y estrategias utilizadas, sino también de gestionar cuidadosamente los riesgos y mantener un equilibrio entre la rentabilidad y la prudencia en las inversiones financieras.
Otro ejemplo en Steve Jobs (diversificación de cartera de productos)
Otro ejemplo interesante, lo encontramos en la historia de Steve Jobs y Apple en su decisión de diversificar su cartera de productos.
A principios de la década de 2000, Apple estaba en un punto crítico. La compañía dependía en gran medida de las ventas de sus computadoras Macintosh y enfrentaba una creciente competencia en el mercado de computadoras personales.
Jobs, siendo consciente de los riesgos asociados con depender únicamente de un producto, tomó la audaz decisión de diversificar la cartera de productos de Apple. Uno de ellos fue la invención del iPod, el cual, implicaba algunos riesgos en el mundo de la música, pero resultó ser revolucionaria.
Estrategias de expertos para gestionar el riesgo
Como podemos ver, la gestión de riesgos inteligente y estratégica puede ser fundamental para la supervivencia y el éxito a largo plazo de un operador. Y es que, en estos tiempos vertiginosos y cambiante, la gestión de riesgos se ha vuelto la piedra angular para traders e inversionistas.
Así pues, a continuación, compartimos contigo una serie de estrategias efectivas para lograr una gestión de riesgos adecuada. Veamos:
1. Conoce tus límites
Antes que todo, es importante determinar cuál es “el punto que puede ocasionar algún problema en la operación” o la variable que podría echar tu jugada en sentido contrario. De este modo, podrás evitar que tus pérdidas excedan ese punto.
Por supuesto, ten presente que, si bien algunos tipos de riesgos pueden eliminarse, muchos no pueden evitarse, ya que tienen una naturaleza volátil. Esto es especialmente cierto cuando se negocian activos apalancados, ya que estas posiciones pueden magnificar tanto las ganancias como las pérdidas.
Por lo tanto, cuando entendemos hasta dónde podemos arriesgar en nuestras inversiones, evitamos tomar decisiones impulsivas que puedan resultar en pérdidas significativas. Esto nos permite mantener un control más sólido sobre nuestras operaciones, reduciendo la posibilidad de sufrir grandes contratiempos financieros.
Además, conocer nuestros límites nos ayuda a establecer estrategias más sólidas y realistas, mejorando nuestras posibilidades de obtener ganancias consistentes a largo plazo en el mundo del trading.
2. Establece tu stop loss
Otra estrategia esencial en la gestión de riesgos es el establecimiento del “stop loss” también conocido como “detener pérdidas”. Este te permite determinar un limite que desencadene la salida comercial de una operación.
Esto también te ayudará a evitar operar durante demasiado tiempo con la esperanza de que una posición mejore, lo cual suele ser un sesgo psicológico común que no nos permite cerrar una operación que probablemente siga en la dirección contraria a la pronosticada.
Igualmente, te ayuda a evaluar su relación riesgo/recompensa en cada operación y no dejarte llevar por el atractivo de mayores ganancias. Por otro lado, al establecer el stop loss, el sistema o plataforma te notificará cuando tu señal comercial va en contra de tus predicciones.
Al fijar un stop loss, estamos definiendo un nivel de pérdida máxima que estamos dispuestos a asumir en una operación. Esto es vital porque ayuda a limitar las pérdidas y a gestionar el riesgo de manera más efectiva.
3. Utiliza la regla del porcentaje fijo
La mayoría de los comerciantes aplican la regla del porcentaje fijo. Es un método eficaz de gestión de riesgos que tiene la ventaja de poder adaptarse a la volatilidad. Esta regla implica que no arriesgamos más de un porcentaje fijo de nuestro capital en una posición.
Este porcentaje varía según el estilo de negociación. Para un revendedor que coloca más de 10 posiciones en un día, esto no debería exceder el 0,05% del capital. Tomemos el ejemplo de un comerciante que tiene un capital de 10.000 euros.
Fija un porcentaje del 1% por puesto. Por lo que ninguna posición puede ser mayor al uno por ciento del saldo de su cuenta. Es decir, la pérdida vinculada a una posición debe limitarse a 100 euros del instrumento negociado (acciones, divisas, criptomonedas, etc.).
4. Desarrolla una estrategia
Por último, desarrollar un plan comercial en la gestión de riesgos es importante porque es como tener un mapa antes de emprender un viaje, el cual funciona como guía sobre qué hacer en diferentes situaciones cuando estás operando.
Gracias a un plan comercial, podrás tener metas claras, estrategias de entrada y salida del mercado, así como la cantidad de dinero que estás dispuesto a arriesgar en cada operación. De este modo, podrás contar con una estructura clara y una disciplina necesaria.
Por otro lado, como trader debes comprender cómo tu estrategia comercial afectará tu relación riesgo/recompensa. Para muchos operadores, es útil utilizar paradas bruscas en cada operación y permitir que solo se pierda un cierto porcentaje de su cuenta diariamente.
También es importante desarrollar una estrategia para evitar desencadenantes emocionales que puedan conducir a malas decisiones comerciales. La codicia y el miedo son razones comunes cuando se trata de malas decisiones comerciales.
El apetito por más ganancias puede hacer que los comerciantes aumenten el tamaño de sus operaciones y arriesguen más capital del que deberían. En este sentido, el miedo puede hacer que los operadores negocien en exceso y mantengan posiciones perdedoras con la esperanza de un cambio.
Palabras finales
Como podemos ver, la gestión de riesgos es fundamental para cualquier inversor o trader, desde los que comienzan desde cero en este mundo, como para los más experimentados.
Se trata de una estrategia crucial que implica conocer y comprender los riesgos asociados a las inversiones y tomar medidas para controlarlos de manera efectiva. Al aplicar una gestión de riesgos adecuada, proteges tu capital y reduces la posibilidad de generar pérdidas significativas.
Además, tener un plan de acción te permitirá tomar mejores decisiones de manera más disciplinada, y mantener un enfoque a largo plazo sobre tus actividades financieras.
Ten en cuenta que, en un mundo cambiante contar con esta gestión nos brinda no solo una mejor seguridad, sino también la tranquilidad de que nuestros activos pueden seguir generando ganancias consistentes.